Pseudoescepticismo social:

Social Skepticism is a sponsored activist movement which functions as an integral part of the socially engineered mechanisms attempting to dominate human thought, health, welfare and education. This domination serving as means to an end, towards subjection of all mankind’s value to mandated totalitarian institutions. Institutions which avert legal exposure by abusing skepticism to serve their goals. Ends formulated by a social elite; however, which stand threatened by innate elements of mankind’s being and background.
Quote from the Ethical Skeptic.

domingo, 3 de enero de 2016

"Conspiranoias"

Muchos militantes seudoescépticos, sino es que todos, difundieron hace unos años una nota donde se había hecho el escándalo de que varias empresas fabricantes de homeopatía financiaron a un periodista para difamar al infame Dr. Edzad Ernst. El blog lacienciaysusdemonios, el principal órgano de desinformación seudoescéptica, después del website Naukas.com, estrenaba entusiasmado como un niño con juguete nuevo que este evento era la primera prueba "irrefutable" de que la farmafía (BigPharma) existía, pero sólo en el ámbito de la homeopatía. Explícitamente negaron que en la medicina ortodoxa se diera esto. La nota aludida fue firmada por un tal Darío (si es que ese su nombre real). Aunque resultó cierto que algunas empresas homeopáticas financiaron a un periodista para "calumniar" al Dr. Edzard Ernst, también es cierto que el contenido de la revista no era falso. El Dr. Ernst presume de tener cualificaciones en homeopatía cuando sólo estudió unos pocos meses sin lograr diplomarse.

Al contrario que lacienciaysusdemonios, en esta bitácora he incluido algunos artículos de aquellos que se han atrevido a denunciar a los sujetos que conocemos como pseudoescépticos y otros son texos míos. Aunque distintos personajes han desenmascarado a ciertos charlatanes mediáticos que funcionan dentro de la maquinaria mediática seudoescéptica de España, México, Chile o Argentina, algunos personajes de esta potente maquinaria han quedado sin su análisis correspondiente.

El periodista David A. Osorio es uno de aquellos personajes más prolíficos a la hora de escribir y difundir propaganda a favor del adoctrinamiento seudoescéptico. Mis análisis han puesto en evidencia la manera en que este personaje manipula las propias fuentes de otros personajes seudoescépticos. El primer análisis se enfocó en la forma en que este mercenario difundió información maniquea contra el investigador Eric Gilles Séralini. Al analizar todos los textos de Osorio, que abarcan el periodo desde el año 2012 al año 2015, encontré que, efectivamente, utiliza artimañas como insultos, falacias y abusa de un lenguaje cargado emocionalmente. Sus panfletos son muy parecidos a los de ¡Despertad!, difundidos por la iglesia de los Atalayas cristianos. En un segundo asalto, Osorio mostró su bajeza torciendo la información hasta un nivel increíble. En el segundo análisis demostré la manera en que exagera los daños atribuidos a la medicina homeopática. Estos análisis se pueden encontrar en el blog.

Los temas que más ataca Osorio son la seguridad de los transgénicos, la homeopatía y las medicinas herbolarías. Debido a la falta de literatura que denuncie a este tipo de sujetos, es necesario profundizar en su esencia para poder discernir si realmente están fundamentando el pensamiento crítico o sólo están defendiendo encubiertamente los intereses industriales.

El lema básico de David Osorio es que no importan sus opiniones o lo que él diga, sino las evidencias. Esto sería cierto sino fuera porque tiene la maña de mostrar en su bitácora opiniones de otros seudoescépticos, al parecer su favorito es citar al comunicador mexiano español,  Mauricio José Schwarz. Osorio no pocas veces hace descripciones groseras de investigaciones que tiende a tergiversar o directamente no entiende. A veces, presume tanto su nivel de traductor que he visto pésimas traducciones o invenciones de su cosecha. No sería presuntuoso esto sino fuera porque Osorio es bastante presumido. Si él no fuera tan pedante se le perdonarían sus fallas, pero su falta de humildad y sus tergiversaciones adrede son, por supuesto, denunciables.

En otra discusión que mantuve, un señor que defiende a este tipo de mercenarios comentó que el militantismo seudoescéptico es un intento de librar a la gente de la superstición y los engaños:

Las metas del escepticismo científico es divulgar el pensamiento crítico, no estimular la falta del mismo, no se estimula creer ciegamente en alguna versión acerca de cualquier tema, al contrario, enseña que cualquier afirmación debe ser analizada, ver qué pruebas hay a su favor, si la argumentación es lógica, si hay o no pruebas a su favor, si las pretendidas pruebas son suficientes o si hay otras explicaciones o si por el momento debe suspenderse el juicio. Lo que afecta a la población es la credulidad y la ignorancia científica.

La cita es del filósofo Martín Fragoso, un sujeto que se defiende diciendo que casos como los de David Osorio no son de su incumbencia, que porque no es representante de lo que hagan o no esos militantes. Esto es una barbaridad, porque si él difunde el seudoescepticismo militante entonces no hay razón para no pensar en ser autocrítico y rechazar aquellas expresiones de racismo, odio o manipulación mediática. Fragoso es uno de tantos que se lava las manos ante casos de corrupción, se escuda en que al seudoescepticismo militante no se le puede criticar porque lo que haga mal un activista de esos pues no será responsabilidad del movimiento sino de la acción de ese activista. Esto es tan tonto como plantear que las atrocidades que haga una tropa de Boko Haram o de un cártel del narcotráfico o de un grupo militar contra la población civil no son responsabilidad de las organizaciones que los encabezan sino de esos individuos.

Para defender su punto, Fragoso me ponía el ejemplo de los activistas provida, uno de los cuales había arrojado una bomba. Concluía que los movimientos próvida no podían ser acusados de terrorismo, el acusado debería ser el perpetrador. No niego el ejemplo de Fragoso pero a veces las cosas no son tan simples. Si el perpetrador tenía aprobación de representantes de movimientos próvida bien podemos condenar a esos movimientos, si en cambio el perpetrador actuó sólo  sin ser miembro de algún movimiento próvida dependerá de saber por qué lo hizo y ahí posiblemente sólo sea la responsabilidad de éste. Si los panfletos provida mostraban algo meramente informativo e informativo entonces no habría razón para condenar al movimiento próvida, pero sí el movimiento difundia propaganda pro violencia entonces ya estamos hablando de incitación a la violencia. Si a eso añadimos adoctrinamiento entonces el argumento de Fragoso no cuela. Sea como sea, quien arroja una bomba se hace responsable independientemente de su pertenencia a un movimiento, pero si esta persona o colectivo planificaron arrojar una bomba entonces habría que investigar quienes en el movimiento incitaron a la violencia. Y ahí, si la ideología, en caso de ser violenta, está ampliamente compartida, entonces sí podemos condenar en general a los movimientos provida. Por supuesto que esto es un ejemplo y no digo que los movimientos provida sean terroristas, simplemente es una respuesta al comentarios de Fragoso.

Pero mi respuesta anterior no aplica al caso de los de la militanicia seudoescéptica donde, sin rechistar, muchos de los argumentos a favor de los transgénicos o contra las medicinas tradicionales y alternativas son iguales o al menos muy parecidos. No es que cada seudoescéptico piense exactamente igual, sino que muestran un pensamiento único en torno a ciertos tópicos.


Relaciones industriales y militancia seudoescéptica

Recientemente se ha hecho eco de una carta firmada por varios investigadores y activistas que han denunciado el tema de la seguridad de los transgénicos. Si algunos aún no se han enterado, los militantes seudoescépticos suelen repetir que existe un consenso unánime en torno a su seguridad y que por ende el debate no existe, principalmente su portavoz es el químico español José Miguel Mulet Salort. Pero estos alegatos se desvanecen rápidamente cuando entramos en cuenta que no hay realmente un consenso. El artículo Non Scientific Consensus on GMO safety se publicó en la revista Enviormental Sciences Europe,  y puede descargarse gratuitamente en PDF. En ese artículo se denuncian a periodistas como Osorio. Es un gran logro porque pocas veces hay activistas y científicos que han plasmado su denuncia en revistas científicas y como respuesta a este tipo de exegetas.

En los Estados Unidos y en Reino Unido existe una caridad llamada Sense About Science, que vendría a ser algo así como Conciencia acerca de la Ciencia. Esta caridad se autodefine como independiente. Si visitamos la página de SAS es fácil percatarse de que el Dr. Edzard Ernst forma parte la misma junto con su amigo el Dr. en física Simon Sigh. Encontré un blog llamado lacienciaesbella en el cual se defiende a SAS. Su autor, el biólogo Carlos Chordá expresa con total seguridad lo siguiente:

[l]as entidades que apoyan Sense about science son sociedades médicas y científicas, muy distintas de las que apoyan a la plataforma española "Homeopatía sí". A dicho comentario os remito.
Me resultó dudoso que se haga mención de algunas organizaciones y no otras, eso es un sesgo. Así que explore el sitio, encontré de inmediato que lo que cacarea Carlos viene del director de la empresa Círculo Escéptica, Don Fernando Frías. Pongo y pego la imagen de su comentario.


No sé ustedes, pero esto da mala espina. SAS fue apoyada por algunas organizaciones como la editorial ELSEVIER, Cochrane y otras sociedades, no es algo que se oculte. Pero Carlos o Fernando dicen absolutamente nada de aquellas organizaciones multinacionales que apoyan  o apoyaron a SAS. Si miramos la página web hay un detalle nada baladí. SAS admite que recibe donaciones en grupo e individuales, pero promete que esto no afecta su trabajo, ya que se asumen como objetivos y neutrales. Dicho en román paladín, SAS es como un político que hace promesas al aire al momento de defender la ciencia ante al público. Supuestamente su trabajo es (1) comunicar la ciencia de la mejor forma posible con información basada en la evidencia para evitar todo tipo de charlatanería, (2) monitorear las redes sociales. En su website aseguran:

Nuestro trabajo ha sido posible gracias a la generosidad de varios donadores, incluyendo científicos y miembros de público, carteles (trusts) y fundaciones, sociedades profesionales y científicas, universidades y editoriales.
Mencionan haber recibido donaciones de otras sociedades, como se puede ver en su propia página web. Si indagamos un poco más,  la cosa se pone escabrosa. Los registros de la página web muestran otras organizaciones. En 2012, SAS recibió donativos de sociedades científicas, pero también de las siguientes industrias o laboratorios:

  1. Pharmaceutical Society,
  2. Sainsbury Laboratory (Laboratorio Pro-agrótóxicos)
  3. Vitae Pharmaceuticals
  4. General Electric
  5. Society of Chemical Industry

Estas compañías hasta Abril de 2011 representan, según SAS, un porcentaje muy bajo con 15, 000 libras esterlinas:


En 2011 recibieron: 405, 569 libras esterlinas netas. Para el 2012, SAS recibió 339, 606 libras esterlinas. En 2013 recibe 394,387 libras esterlinas. En 2014, recibe 457, 368 libras esterlinas.

Total: 1, 569, 930 libras esterlinas.

¿Para qué carajos necesita tanto dinero una caridad que dice promover la buena ciencia al público? La respuesta es más que clara, financiar grupos seudoescépticos y costear programas en medios de comunicación, prensa, radio, televisión e internet. Es la función de controlar la información relacionada al negocio de la divulgación científica.

En Octubre de 2015, el periodista Alexi Mostrous, que trabaja para el  New York Times, publicó dos artículos denunciando que el capitolio de las organizaciones seudoescépticas en Reino Unido, la británica estadounidense Sense About Science, ha recibido 20, 681 libras esterlinas para defender los intereses de Coca Cola. La directora de SAS, Tracey Brown, se defendió patéticamente alegando que su caridad venia recibiendo dinero de Coca Cola y que no era complaciente con esta empresa. El problema no es tanto recibir dinero, al fin de cuentas una cariad busca eso, sino la directa y descarada manipulación para defender los intereses maniqueos de Coca Cola. En ninguna parte del sitio web aparece Coca Cola como donador, al menos no en el periodo en el que la charlatana de Brown adjudica. Eso indica que probablemente SAS recibe más recursos de los que reporta. Si el escándalo de Coca Cola salió a la luz fue porque se interceptaron los correos de un miembro de SAS, Simon Sigh. Este señor ha sido colaborador del Dr. Edzard Ernst desde hace más o menos una dácada.



Coca Cola intenta callar (infroctuosamente) aquellas críticas que denuncian que sus productos están relacionados directamente con el aumento de peso en la población consumidora. ¿Qué mejor forma que usar caridades a las que sea difícil detectar sus relaciones directas? Es una forma más sencilla y relativamente barata porque caridades como SAS se hacen pasar como si fueran independientes. T. Brown ha sido la vendedora y mercenaria del marketing por excelencia del militantismo seudoescéptico. Ha trabajado para Monsanto, Pfizer y otras empresas como la BiGTobbaco. También fue defensora legal de la firma legal Regester Larkin's, un bufete que tiene como clientes a empresas como las petroleras Shell Chemicals y BG Group; las farmacéuticas Bayer, Pfizer y Aventis; la proOGM BioIndustry Association. Y sin lugar a dudas es la defensora en activo de la industria nuclear y armamentística.


A modo de conclusión

El director del Círculo Escéptico rechaza la existencia de una conspiración mundial contra la homeopatía y asume los mismos presupuestos del "consenso" en torno a la seguridad de los OGM basándose únicamente en decir que todas las organizaciones que financian a SAS son sociedades médicas y científicas. Pero esto está lejos de la realidad porque ni Coca Cola, Monsanto o Pfizer son sociedades independientes o médicocientíficas, son multinacionales con un poder enorme a lo largo y ancho del mundo. En cambio, Boiron y Heel son apenas una minuta comparadas con esas industrias. No quiero decir que las industrias homeopáticas no tengan poder, por ejemplo Heel tiene activos de la empresa alemana BMW, pero comparativamente a SAS su influencia es mucho menor. Y por lo que tengo entendido esas empresas no son parte de la industria armamentística y nuclear como lo es SAS.

Darío, el de la cienciaysusdemonios, nunca alzó la voz en contra. Si para él, el que algunas industrias homeopáticas financiaran a un periodista es la prueba irrefutable de que existe la farmafía homeopática, entonces es completamente verdadero e irrefutable, a partir del caso SAS y la contradicción de Fernando Frías, de que la farmafía ortodoxa y la agroindustria han financiado grupos seudoescépticos que se nombran como caridades o grupos culturales. A nadie debería sorprenderle que estos grupos muestren un pensamiento único a la hora de defender sus posturas en torno a los transgénicos y las medicinas tradicionales alternativas. Mucho menos que los grupos seudoescépticos sean los principales antogonistas de la estrategia para el estudio y regulación de estas medicinas promovida por la OMS (organización Mundial de la Salud).

En lacienciaysusdemonios y websites como los de Fragoso o David Osorio hasta ahora no admiten ni mencionan el escándalo de SAS. Quiero decir, que una organización seudoescéptica es tan responable de lo que haga un activista seudoescéptico si de antemano la organización está difundiendo información falsa adrede. Si un militante seudoescéptico defiende que hay un consenso unánime a favor de la seguridad de los transgénicos y difunde información manipulándola a su antojo a sabiendas de que es falsa, el movimiento militante seudoescéptico en conjunto se debe hacer responsable y ser acusado de manipulación o estafa periodística.

¿Alguna vez pasará que el Estado Colombiano ponga en marcha la denuncia contra tipos como David Osorio? ¿En España, Darío reconocerá que lo que llama farmafía existe (y no precisamente en la homeopatía)? ¿Martín Fragoso se molestará en ser autocrítico?

Soy bastante escéptico, no pocas veces este tipo de personajes se salen con las suyas por el respaldo aunque no institucional, sí el mediático, legal e industrial. Dudo ver a Osorio retractándose de sus información tóxica. Ante la ya constante actividad de Osorio y otros, en las redes como manipuladores profesionales o amateurs al servicio de intereses industriales (cosa que negarán bajo excusas maniqueas como el usar la palabra  "conspiranoico" para descalificar), es necesario dar un paso más para poner una contraofensiva eficaz y realmente crítica que no esté al servicio del intereses de las grandes corporaciones multinacionales. Desgraciadamente, el ateísmo en su modalidad seudoescéptica ha sido vendido, prostituido y maniqueado. Es una nueva religión ortodoxa.